El seroma es una complicación común en el postoperatorio de la hernia inguinal. Consiste en la acumulación de líquido en la herida quirúrgica, lo cual puede causar hinchazón y malestar. La recuperación postoperatoria debe ser monitoreada cuidadosamente para evitar complicaciones adicionales.

El seroma de la herida es una complicación común en el postoperatorio de la hernia inguinal. Consiste en la acumulación de líquido en la herida quirúrgica, lo cual puede causar hinchazón y malestar. La recuperación postoperatoria debe ser monitoreada cuidadosamente para evitar complicaciones adicionales.

Seroma de la herida quirúrgica

El seroma es una complicación común después de una cirugía, caracterizada por la acumulación de líquido seroso en el área de la incisión. Aunque su origen es incierto, se sabe que puede ser causado por traumatismo en los tejidos, acumulación de sangre y falta de drenaje adecuado del sitio quirúrgico, entre otros factores.

Posibles causas del seroma

El seroma, es un tipo de acumulación de líquido que se forma después de ciertas cirugías. Aunque su causa exacta no está clara, parece estar relacionada con una respuesta inflamatoria o la actividad de enzimas en el cuerpo.

Varios factores aumentan el riesgo de desarrollar un seroma, como el inadecuado reposo, la edad, la hipertensión y la cantidad de tejido graso local.

Curiosamente, el uso de electrocauterización para detener el sangrado puede favorecer la formación de seroma. Esto se debe a la inflamación adicional causada por esta técnica. Para prevenirlo, los cirujanos a menudo cierran cuidadosamente cualquier espacio vacío durante la cirugía.

¿Cómo puede sospechar la presencia de un seroma?

En ocasiones, el seroma puede drenar espontáneamente un líquido sin olor, que suele tener un color rojo claro o amarillo. Estos síntomas pueden variar en intensidad dependiendo del tamaño y ubicación del seroma.

El seroma postquirúrgico es una complicación común que puede causar síntomas incómodos en los pacientes. Se caracteriza por la acumulación de líquido en el área quirúrgica, lo cual puede generar sensación de tensión, molestias y calambres. Aunque generalmente el dolor asociado al seroma es de menor grado, algunos pacientes pueden experimentar una sensación de pesadez.

En ocasiones, el seroma puede drenar espontáneamente un líquido sin olor, que suele tener un color rojo claro o amarillo. Estos síntomas pueden variar en intensidad dependiendo del tamaño y ubicación del seroma.

Otras entidades que pueden simular un seroma

  1. Hematoma de la herida: Se debe a el acúmulo de sangre en los espacios que quedan entre los planos de tejidos. Puede estar ocasionado por un aumento de la presión arterial, un reposo inadecuado o un escaso control del sangrado durante el tiempo quirúrgico. 
  2. Eventración: Ocurre en la pared abdominal cuando se rompe la sutura de los planos profundos y sólo evita que las visceras del abdomen salgan al exterior por la integridad de los puntos de suturas de la piel. 
  3. Absceso: Se debe a la infección bacteriana adquirida luego de un procedimiento quirúrgico o un tratamiento de heridas. Se acumula pus en el espacio existente. 

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Complicaciones del seroma de la herida

Aunque no es común, el seroma puede causar complicaciones que pueden retrasar la curación de su herida.

El seroma puede afectar el flujo sanguíneo normal en el área afectada, lo que impide que los leucocitos y otras sustancias que ayudan a la curación lleguen a la lesión. En casos más graves, el seroma puede impedir que las suturas se aproximen correctamente, lo que lleva a la dehiscencia y a la evisceración.

Además, una cicatrización lenta debido al seroma puede fomentar la proliferación de bacterias y causar infecciones de larga duración. Por lo tanto, es de vital importancia que informe a su médico si sospecha que tiene un seroma para que puedan tomar medidas preventivas tempranas para evitar complicaciones innecesarias.

En resumen, siempre preste atención a cualquier hinchazón o acumulación anormal de líquidos después de una cirugía. Es mejor prevenir las complicaciones del seroma que lidiar con ellas después de haber ocurrido.

Tratamiento del seroma

El seroma puede ser difícil de tratar cuando surgen infecciones o complicaciones y, por lo general, lleva tiempo curar, aproximadamente varias semanas. El tratamiento del seroma se lleva a cabo conjuntamente por el equipo médico y quirúrgico. Estas incluyen el drenaje del líquido mediante la inserción de una aguja o tubo de drenaje, la administración de medicamentos para prevenir la infección y promover la curación, y la aplicación de compresas frías o calientes para reducir la inflamación. En algunos casos puede ser necesaria una cirugía adicional para tratar el seroma de manera más efectiva. Es importante seguir las instrucciones de su equipo médico para evitar complicaciones graves y garantizar una recuperación exitosa.

-Drenaje del seroma por punción y aspiración

El manejo principal de un seroma consiste en drenar el líquido acumulado. Los cirujanos usan una aguja quirúrgica para extraer el líquido y, en algunos casos, esto debe hacerse varias veces. Algunos seromas grandes requieren un drenaje continuo con un dispositivo especial. Luego, los médicos analizan el líquido para buscar sangre, pus u otros problemas. Sin embargo, la inserción de agujas puede aumentar el riesgo de infección, por lo que se usan técnicas estériles. Antes del procedimiento, los pacientes deben estar en ayunas y preparar sus intestinos y vejiga para evitar daños accidentales. Se les asegura que el procedimiento será incómodo pero no doloroso debido a la anestesia local.

- Drenaje del seroma por tratamiento quirúrgico

En ocasiones, el seroma puede ser una complicación grave que requiere tratamiento quirúrgico. Aunque la aspiración y el drenaje son un tratamiento común para el seroma, en casos graves, el seroma puede seguir produciendo líquido incluso después de múltiples drenajes. En tales casos, la extirpación quirúrgica de la cavidad existente puede ser necesaria para resolver la condición. Durante la cirugía abierta, el cirujano lava la cavidad, retira los tejidos dañados, toma muestras para estudios y trata de unir los tejidos existentes, dejando o no un drenaje al exterior. Es importante buscar atención médica de inmediato si experimenta síntomas persistentes de seroma como inflamación, dolor y enrojecimiento alrededor del área afectada. Tratar el seroma de manera oportuna puede evitar complicaciones posteriores y promover una recuperación más rápida y efectiva.

- Uso de antibióticos en el tratamiento del seroma

Cuando se presenta una infección después de un seroma, esta puede ser detectada mediante estudios patológicos que confirmen la presencia de pus en el líquido. En este caso, se requerirá un tratamiento con antibióticos, los cuales se pueden administrar por vía oral, aunque en casos más extensos pueden requerir la hospitalización del paciente para administrarlos de forma intravenosa. Los antibióticos más comunes que se utilizan para combatir las infecciones son las penicilinas, cefalosporinas y macrólidos. Aconsejamos el tratamiento a tiempo para erradicar la infección y evitar su propagación a otras partes del cuerpo.

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